En una ceremonia que se realizó en el Instituto de Chile, se dieron a conocer los resultados del estudio que solicitó el Gobierno, a través del ministerio de Salud, con el objetivo de obtener una visión imparcial sobre el uso de timerosal en las vacunas y que concluye que la evidencia acumulada no muestra asociación entre timerosal y autismo.

 

En la ocasión asistieron el Dr. Enrique Paris, Presidente del Colegio Médico; Dr. Rodolfo Armas Merino, presidente de la Academia Chilena de Medicina; Dr. Jaime Burrows, subsecretario de Salud;  Dr. Fernando Muñoz, miembro del Consejo Asesor para Vacunas e Inmunización del ministerio de Salud; Dr. José Adolfo Rodríguez, secretario de la Academia Chilena de Medicina y el Dr. Gabriel Rada, del programa de Salud Basada en Evidencia, de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Informe presentado por la Academia Chilena de Medicina también menciona que la certeza de la evidencia es moderada, ya que proviene de estudios con alto riesgo de sesgo.

El Dr. Paris manifestó que es un estudio bien hecho, muy completo, donde la evidencia no favorece la relación entre timerosal y las enfermedades de neurodesarrollo, a pesar que indica que la evidencia es moderada. “Este estudio permite seguir utilizando el timerosal, según los expertos. Ahora bien, cabe preguntarle al ministerio de Salud cuánto cuesta usar vacunas sin timerosal, considerando que existen aprehensiones por parte de los padres. Ellos no están en contra de la vacuna, están a favor de que sean limpias. Ahora la decisión es política”, indicó el dirigente.

 

Asimismo el Dr. Armas Merino, señaló que la institución que él preside convocó a un grupo de expertos no comprometidos para desarrollar un informe que sintetice la evidencia existente acerca de la verdadera asociación existente entre el uso del timerosal en vacunas y el riesgo de desarrollar trastornos del tipo neurodesarrollo.

 

“La Academia de Medicina actúa como garante de la ausencia de conflictos de intereses relevantes e independiente de los autores de este reporte”, agregó el Dr. Armas.

 

Algunas conclusiones del estudio

 

El documento presentado corresponde a una meta análisis, es decir, combinación y re-evaluación de todos los estudios para llegar a un resultado. En este caso, se evaluaron más de 900 posibles artículos, de los cuales se identificaron 32 estudios primarios pertinentes.

 

Los estudios muestran que se presentan 15 casos de autismo por cada 1000 vacunados, tanto con vacunas con timerosal como sin timerosal.

 

“Por lo tanto, se concluye que la evidencia acumulada no muestra asociación entre timerosal y autismo. Este resultado no varía de manera sustantiva si se incorporan una serie de estudios cuestionados por diversos autores y organizaciones debido a que, a pesar de ser numerosos, tienen un peso menor que otros estudios en el meta análisis”, indica el documento.

 

Sin embargo, el trabajo también concluye que la certeza de la evidencia es moderada ya que proviene de estudios con alto riesgo de sesgo.

 

“Se debe destacar que el sesgo en este caso muy probablemente operaría tendiendo a mostrar una asociación entre timerosal y autismo que realmente no existe. De allí que, en cierto modo, esta debilidad de los estudios reafirma la ausencia de asociación”, concluye.

 

 

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