El Colegio Médico de Chile junto a organizaciones de salud, sociedades médicas, académicas  y científicas, solicitaron al Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet que otorgue prioridad al proyecto de ley de tabaco (Nº 8886-11), y en consecuencia coloque suma urgencia para hacer expedita su tramitación en el Parlamento.

Prohibir aditivos como el mentol, la implementación del empaquetado genérico y la prohibición de la exhibición de los productos de tabaco en los puntos de venta, son algunas de las medidas que contempla el proyecto de ley.

Este llamado fue encabezado por el presidente del Gremio, Dr. Enrique Paris, la coordinadora de Chile Libre de Tabaco, Sonia Covarrubias, y la Dra. Lidia Amarales, de Respira Libre, quienes manifestaron que se debe anteponer la salud de la población, y en particular el de las futuras generaciones, por sobre los intereses económicos de la industria tabacalera y que se avance en el cumplimiento de las directrices del Convenio Marco de Control de Tabaco que Chile firmó en 2003 y fue ratificado en 2005.

“Estamos preocupados por el lento avance del proyecto. Mientras la iniciativa duerme en el Parlamento, mueren muchas personas en Chile, cerca de 27 mil fallecen al año por las consecuencias del consumo tabaco”, indicó el Dr. Paris.

Tres meses después de su aprobación en el Senado (en octubre de 2015), el Ejecutivo le quitó la urgencia simple a la iniciativa que busca adecuar su actual legislación al Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El tabaco causa anualmente la muerte de 16.000 personas y cerca de 100 mil más enferman cada año con patologías relacionadas con su consumo. El proyecto de ley de tabaco duerme en la Comisión de Salud hace un año  y nueve meses, mientras tanto más 27 mil personas en Chile han fallecido  a causa de enfermedades producidas por el cigarrillo. Y desde que ingresó la iniciativa al Parlamento, el 10 de abril de 2013, suman más de 64.000 fallecidos.

Las políticas de control de tabaco sí funcionan. La última encuesta de Calidad de Vida y Salud (2016) arrojó que el tabaquismo en los adultos se redujo hasta llegar a un 30,1{ee7e87f9e0e73f133bf1bc4058c4ab7bf8ca9a244c464f6fb73806cbfeac9629}. En el año 2000 esta encuesta mostraba un 40{ee7e87f9e0e73f133bf1bc4058c4ab7bf8ca9a244c464f6fb73806cbfeac9629} y 39,5{ee7e87f9e0e73f133bf1bc4058c4ab7bf8ca9a244c464f6fb73806cbfeac9629}   en el 2006.

Sin embargo, Chile sigue siendo uno de los países más fumadores de la región. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte, que nuestro país no alcanzará la meta de reducción del 30{ee7e87f9e0e73f133bf1bc4058c4ab7bf8ca9a244c464f6fb73806cbfeac9629} de los fumadores para el año 2025, por lo que las actuales medidas resultan insuficientes y se requiere de nuevas regulaciones de manera urgente.

El Gobierno debe considerar que el daño sanitario y social que el tabaco genera,  impone al Estado chileno una gran carga económica. Sólo los gastos directos causados por el tabaquismo alcanzan a más de un billón de pesos (casi US$ 2.000 millones), lo que equivale al 0,8{ee7e87f9e0e73f133bf1bc4058c4ab7bf8ca9a244c464f6fb73806cbfeac9629} del PIB y el 11{ee7e87f9e0e73f133bf1bc4058c4ab7bf8ca9a244c464f6fb73806cbfeac9629} del gasto anual en salud.

La prohibición de aditivos como el mentol, la implementación del empaquetado genérico y la prohibición de la exhibición de los productos de tabaco en los puntos de venta, entre otras medidas que contempla el proyecto de ley, son recomendadas por la OMS debido a su amplia evidencia científica respecto del impacto en la salud pública.

Las organizaciones de la sociedad civil, sociedades médicas e instituciones académicas solicitan que se anteponga la salud de la población, y en particular el de las futuras generaciones, por sobre los intereses económicos de la industria tabacalera y, que se continúe cumpliendo con las directrices del Convenio  Marco de Control de Tabaco que Chile firmó.

 

 

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