“Como Gremio exigimos que el médico tenga la libertad para escribir en su receta médica el fármaco que quiera elegir y que puede ser cualquiera, y además el genérico, pero que sea bioequivalente”, manifestó el Presidente del Colegio Médico, Dr. Enrique Paris, en la charla sobre “Prescripción y Ley de Fármacos”, realizada en el Curso Anual de la Sociedad Chilena de Urología, durante el pasado viernes 21 de abril.
La Orden está en contra de la obligatoriedad de colocar un genérico “sin apellido” ya que es un riesgo para los pacientes y los médicos, porque no se obtendrán los resultados esperados.
En la instancia el directivo señaló que en el mundo la OMS califica los medicamentos de Denominación Común Internacional (DCI) como fármacos que tienen bioequivalencia demostrada. “Entonces cuando en Chile la ley dice que el médico tiene que colocar el medicamento según la DCI, se está cometiendo un grave error, porque en el país no son bioequivalentes todos los genéricos. Es decir existen productos con bioequivalencia y otros sin bioequivalencia. El DCI no es sinónimo de bioequivalencia, pero estamos de acuerdo con ésta porque entrega seguridad al médico sobre el medicamento que prescribe, además del fármaco original”.
Asimismo se refirió a las Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM), pues aunque en Chile se comenzó al revés (bioequivalencia y después BPM), un laboratorio que no tenga las BPM difícilmente producirá un buen medicamento bioequivalente, lo que trae como consecuencia que se importe una gran cantidad de fármacos genéricos bioequivalentes.
“Estamos en contra de la obligatoriedad de colocar un genérico sin apellido porque es un riesgo para nuestros pacientes y los médicos, ya que no se obtendrán los resultados esperados”. Agregó que el Colegio Médico busca dar seguridad a los pacientes que van a recibir un genérico de calidad y que para eso hay que demostrar su bioequivalencia.
El Dr. Paris indicó también que el Gremio está en contra de la venta libre de medicamentos en góndolas, supermercados y estaciones de servicios por el riesgo a las intoxicaciones y la automedicación.
“Creemos que se puede aumentar la disponibilidad de medicamentos, incentivando farmacias pequeñas en comunas donde no existen. Los municipios tienen la obligación por ley, sobre todo los que tienen atención primaria municipalizada, tener los fármacos del arsenal terapéutico que exige el Minsal. El rol de los municipios y de la atención primaria de salud es fundamental, ya que si no están los fármacos recetados por el médico, se produce una gran injusticia social, pues el paciente debe comprarlos”, concluyó.